Hoy han comenzado a disputarse los partidos del cuadro final del Masters 1000 de Montecarlo. Y, como torneo de esa categoría, ya desde la primera ronda han tenido lugar duelos del más alto nivel.
De todos los duelos de esta jornada quiero rescatar el que ha enfrentado a Michael Llodra y Milos Raonic. El joven jugador canadiense acabó imponiéndose por un marcador de 6-3 0-6 6-0 (NOTICIA ATP). Y, por si os lo preguntáis, no hay ningún fallo en el marcador: fue así. A mí también me costaba creer que dos de los mejores sacadores del circuito pudieran haber encajado sendos roscos contra restadores no demasiado brillantes. Pero es que, este año, Raonic aspira a grandes resultados y Llodra no es aquel mosquetero desbocado que nos amargó la Copa Davis en Clermont-Ferrand.
![]() |
JULIAN FINNEY – GETTY IMAGES |
Más allá del marcador de este partido (diremos que inusual, cuanto menos), prefiero centrarme en analizar el potencial de Milos Raonic como tenista. Con sus 196 cm. de altura, el tenista nacido en Montenegro tiene uno de los servicios más poderosos del circuito. Tiene el récord de saques directos en lo que llevamos de temporada y algunos ya hablan de que puede marcar la plusmarca de servicios directos en toda una temporada que actualmente ostenta Goran Ivanisevic (1477 aces en el año 1996). Pero Raonic es mucho más que su servicio, ya de por sí excelente. Ha conseguido que, al igual que Harrison lo hacía con Agassi, su juego nos recuerde a un campeón del pasado: en este caso, Pete Sampras.
El 14 veces campeón de Grand Slam presentaba un perfil bastante similar al que hoy en día Raonic exhibe sobre la pista. Con un servicio descomunal, no solía tener problemas para asegurar sus juegos de saque. Se apoyaba muy bien en este primer golpe para cerrar los puntos con facilidad. Cuando el punto lo requería, Sampras también era capaz de pelotear desde el fondo de la pista competentemente, apoyado en un gran golpe de derecha. Ambos jugadores, además, frecuentan las proximidades de la red para cerrar los puntos. Y su juego de piernas es, en ambos casos, correcto.
No podemos saber si Raonic llegará a ser una estrella como "Pistol Pete". Lo que sabemos es que cualidades para ello no le faltan. Actitud parece que tampoco, pero, a sus 20 años, todo tiene que demostrarse sobre la pista. El tiempo decidirá si llega a ser un Top 10 estable o, por contra, si su irregularidad lastrará su carrera a la maniera de Feliciano López.
No hay comentarios:
Publicar un comentario