Es uno de los tenistas españoles que más desapercibidos pasan durante casi toda la temporada. Tiene un juego bastante típico dentro del tenis español en cuanto a que basa su juego en los puntos largos de fondo de pista, siempre con golpes liftados. Derecha consistente y una auténtica delicia de revés a una mano. Inteligente en su juego, sabe aprovechar sus puntos fuertes y hacer que las debilidades del rival salgan a relucir. Su escasa altura (175 cm) le ha llevado a adoptar una técnica de saque bastante particular, ya que apenas deja subir la pelota antes de soltar un rápido latigazo, sin una fuerza desproporcionada pero capaz de sorprender.
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EZRA SHAW – GETTY IMAGES |
Todos sabéis a quien me refiero: es Albert Montañés. Uno de los incombustibles del circuito por excelencia. A sus 30 años está en uno de sus mejores momentos de forma, empujado por su creciente experiencia. Pues bien: este tenista barcelonés, de Sant Carles de la Rapita, ha sufrido recientemente una transformación. No busquéis ningún cambio radical en su juego ni en sus resultados, porque no lo hay. El cambio que ha tenido le sucede todos los años: es la llegada de la temporada de tierra batida.
Parece que los aires del circuito cambian en abril para este jugador. La mini-temporada de tierra de Sudamérica nunca se le suele dar demasiado bien, pero en abril parece que se pone a tono. Los 5 torneos ATP que atesora pertenecen todos a la temporada de tierra. Lo mismo pasa con sus 4 finales. No digo con esto que se desenvuelva mal en otras superficies, pero está claro que la tierra es su hábitat natural y donde ha conseguido sus mayores logros.
En abril, el barcelonés se vuelve un auténtico killer de la tierra batida. Se vuelve un tenista que, si bien no aspira a batir al monarca Nadal, es favorito para ganar cualquier torneo relativamente humilde en tierra que disputa. Capaz incluso, no olvidemos, de vencer a Roger Federer –ahí es nada–. El torneo de Casablanca, que trágicamente no ha podido contar este año con la presencia de un lesionado Juan Carlos Ferrero, es el lugar donde ahora mismo campa. Como cabeza de serie número 1. Y lo hace, por ahora, como Pedro por su casa. Con una plaza en las semifinales tras vencer a Fabio Fognini, se perfila como gran favorito para alzarse con la victoria final en el torneo. Pero siempre con discreción.
En semifinales, Montañés se medirá a Pablo Andújar, que viene de imponerse con contundencia (6-2 6-2) a otro español más, Pere Riba. El vencedor de este partido se enfrentará en la final al ganador del duelo entre el rumano Victor Hanescu y el italiano Starace.
La emoción está asegurada en Casablanca, con un Albert Montañés digno de reconocimiento.
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