Este año, el Masters 1000 de Madrid ha bajado un escalón más. No digo, ni mucho menos, que haya sido un mal torneo. Es más, me ha parecido uno de los mejores del año, muy por delante del malogrado Masters 1000 de Montecarlo. Me refiero a que, por segunda vez en tres años, ha cambiado su calendario.
El primer cambio tuvo lugar en el año 2008, la última edición disputada en las instalaciones del Madrid Arena. El torneo se disputaba en octubre, semanas después del US Open, y siempre podía considerarse uno de los mejores torneos del año. En 2003, Ferrero ganó al chileno Massu en la final y se puso número 1. En 2005, Nadal ganó una épica final a 5 sets al croata Iván Ljubicic, remontando dos sets en contra. En 2006, Federer hizo una de sus más espectaculares exhibiciones, demostrando una vez más que era el mejor tenista de la historia. En 2007, Nalbandián ganó a Nadal en semis y a Federer en la final con uno de los juegos más perfectos que se recuerdan. Y en 2008, Murray confirmó su escalada al Top 4 haciendo un torneo espectacular, sacando como nunca antes.
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Fuente: ymadrid.com |
Pese al gran nivel del torneo, se decidió que, en 2009, el torneo pasaría a disputarse en mayo, antes de Roland Garros, y en tierra batida. El torneo de Shangai ocupó el lugar del de Madrid y así se abrió la posibilidad, comercialmente jugosa, de una gira asiática –ya existente– después del US Open (Shangai, Pekín, Tokio, Bangkok...). Por su parte, Madrid sustituyó al torneo de Hamburgo, que fue devaluado a la categoría 500, pese a ser siempre el torneo de tierra batida previo a Roland Garros al que los jugadores llegaban más en forma y, además, ser el único que disponía de una pista central con techo. Una pena la desaparición del torneo de Hamburgo, tanto para el tenis alemán –uno de los más exquisitos–, como para el recuerdo de los grandes duelos entre Federer y Nadal en los años 2007 y 2008.
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Fuente: santiagovillahoz.blogspot |
Así con todo, el torneo de Madrid pasó a disputarse en mayo, dos semanas antes de Roland Garros. Y en 2009 y 2010, pese a la mala calidad de la tierra madrileña –todo hay que decirlo–, se demostró que sobre tierra batida, gracias a los 600 metros de altura de la ciudad de Madrid, podía verse un tenis distinto. Así lo demostró Federer, ganando la final a Nadal en el año 2009. Pero, en este momento de tranquilidad relativa, los jugadores comenzaron a quejarse. Argumentaban que la altura de Madrid les perjudicaba en la preparación para Roland Garros. Por este motivo, los torneos de Madrid y Roma –este último de unas características más cercanas a las de París–, intercambiaron sus calendarios.
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Fuente: ojodigital.com |
El cambio de hizo efectivo este 2011 y, con ello, se muestra la poca firmeza de la ATP. Su credibilidad y la de las federaciones se centra más en los intereses comerciales que en los estrictamente tenísticos. Así lo demuestra el balance: el torneo de Hamburgo fue injustamente devaluado, el torneo en la Casa de Campo fue sustituido por otro gran torneo en tierra, con unas mejores instalaciones, que a su vez ve alterado su calendario por no haberse planificado correctamente.
El resultado: el torneo de Roma ha adquirido una relevancia que no merece en el circuito masculino, el torneo de Shangai, tras el éxito de la Copa Masters (2002, 2005-2008), pasa a ser un Masters 1000 privilegiado y nace una nueva gira asiática que coge a traspiés a los grandes tenistas y aleja al tenis de donde en realidad pertenece: Europa y América del Norte. Hubiera sido mucho mejor una gira latinoamericana que no una asiática. No para el negocio, por descontado.
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