Ir a ver un torneo de tenis es siempre un placer. Pero en Madrid tenemos la suerte de que el interés no se concentra solo en la pista central. Si te gusta el tenis de verdad, tienes la oportunidad de disfrutar del tenis en estado puro en las pistas adyacentes, a escasos metros de los jugadores, en silencio y sin masas. Será el olor de la tierra. O quizá estar rodeado de gente que entiende el tenis como algo más que un deporte y que comenta aspectos interesantes del partido o de la actualidad tenística con cualquiera. Lo que es seguro es que en estas pistas he pasado los mejores momentos este año.
Puedes encontrarte partidos de dobles espectaculares, que cuentan con el atractivo de algunos jugadores de lo alto del ranking de la ATP o de la WTA. Sí: dobles. Esos que parece que ya no existen al margen de la Copa Davis. Ya no se pueden ver de otra manera. Es quizá la mejor manera de, sin pasar por la central, disfrutar de Murray, Granollers, Schiavone, Stosur, Tsonga, Gasquet, Mónaco…
Aparte de los dobles, en las pistas pequeñas también se pueden ver partidos individuales espectaculares, con los habituales del circuito. Ayer, además de a los 3 fantásticos en la central, se pudo ver una auténtica delicia de partido: Bellucci-Mayer. El tenista alemán es todo aquello que se le puede pedir a un jugador. Su variedad de golpes, todos técnicamente maravillosos, le hacen ser un jugador especial. Uno de los más talentosos del circuito, sin lugar a dudas. Sólo así se explica que, gracias a su extrema calidad técnica, se mantenga ante tantos prodigios físicos.
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AFP – GETTY IMAGES |
Ayer, Florian Mayer ganó el primer set a un jugador de élite como el brasileño Thomaz Bellucci dando una auténtica cátedra de tenis. Sólo las molestias físicas que le llevaron a retirarse del partido permitieron al brasileño, gran tenista pero poco creativo, llegar al tie-break y luego pasar a octavos de final.
Mayer forma parte de un grupo de tenistas excepcionales, en el que también está, por ejemplo, Jurgen Melzer, un tenista de un perfil muy parecido. Ambos son unos maestros de los cambios de ritmo, e incluso tienen golpes muy similares como esas dejadas con el slice de revés a dos manos. ¡Pero si se parecen hasta en la nacionalidad! Son los delicatessen alemanes, Die German Delicatessen.
El resultado del partido de ayer fue lo de menos. Quizá por el hecho de que, al menos durante un set, se pudo ver un tenis distinto al que se suele ver en circuito. Mayer es un jugador diferente, cuyo talento no puede faltar en el tenis, por el bien de los aficionados. Así lo apreciaba el público entendido en la pista 5. Larga vida a los delicatessen.
La verdad es que estuvo muy bien lo que pudimos ver!!! A ver cuando quedamos para echar un tenis!!!
ResponderEliminarJonatan Chamizo