domingo, 22 de mayo de 2011

GS Roland Garros: "Allons enfants de la patrie"

Hoy, domingo, ha comenzado Roland Garros, el Grand Slam de la tierra batida. Al margen del esperado duelo final –y definitivo– entre Rafael Nadal y Novak Djokovic por el número 1, la jornada ha comenzado discretamente, sin unas grandes estrellas que ya conocen a sus rivales. Nadal debutará ante Isner, un auténtico caramelito sobre la tierra batida parisina. Federer, por el lado de Nole, lo hará ante un Feliciano que ya en Madrid le hizo sufrir mucho más de lo esperado. Y Djokovic se enfrentará al holandés Thiemo de Bakker, desaparecido esta temporada.

Mientras, ajenos a los favoritos, hoy han debutado David Ferrer y Jo-Wilfried Tsonga, ambos con victorias abultadas, ante Jarkko Nieminen y Jan Hajek respectivamente. Tampoco les ha ido nada mal al resto de los españoles, y todos han solventado sus compromisos de primera ronda: María José Martínez, Guillermo García López, Rubén Ramírez Hidalgo, Pere Riba y Albert Montañés.

Cabe destacar la victoria de Tsonga, y no precisamente por la calidad del partido. Ha resultado evidente, con el entusiasta público de la Philippe Chatrier, que los franceses no han perdido la ilusión por tener un campeón en su torneo por primera vez desde Yannick Noah en el 83. El apasionado público francés, casi llenando la enorme central, no cesó de animar a su compatriota. Se mantuvo un ambiente festivo tan característico de esa pista como sus interminables olas. 

CLIVE BRUNSKILL – GETTY IMAGES

Y bien, cierto es que sus jugadores lo tienen más que difícil, pese a tener cuatro representantes en el Top 20 (Simon, Tsonga, Gasquet y Monfils). Pero es que ya los Grand Slams no son torneos dados a las sorpesas como antaño lo fueran. El tenis francés está huérfano de un gran campeón. Y, francamente, es una pena que no acabe de llegar. Desde luego, jugadores variados y con calidad no les faltan. Desde el muro desde el fondo de la pista que es Gilles "pollito" Simon, hasta esa maravilla tenística que es el revés a una mano de Richard Gasquet. Y también la espectacular potencia de "Alí" Tsonga. O la estrambótica flexibilidad de Monfils. 

MARK KOLBE – GETTY IMAGES SPORT

Y estos cuatro tenistas solo son los mejor clasificados. La escuela francesa produce a los jugadores más completos del circuito y es un verdadero placer tener una cantera que dé a luz a tenistas de tanta calidad. No hay más que ver al "mosquetero" Llodra, el único sacovoleador al más puro estilo clásico que se mantiene en el circuito.

Seguramente, muy seguramente, de hecho, ningún francés ganará Roland Garros este año. La tremenda presión a la que se los somete con la llegada de Roland Garros desde luego no ayuda a la causa. Pero a ellos que les quiten lo bailao. Tienen motivos de sobra para estar orgullosos de sus jugadores: talentosos, completos, variados, incluso carismáticos.  

Allons enfants de la patrie...

periodismodeportivo.com

martes, 17 de mayo de 2011

Masters 1000 Roma: La criatura perfecta

No sé quién tendrá la culpa de esto. Quizá sus padres, por inculcarle el tenis desde niño y convertirlo en su forma de vida. Ya lo vimos ayer en una entrevista emitida por TVE al propio Djokovic de pequeño: "El tenis para mí es una obligación". Después de todo: hay que agradecérselo a sus padres.

O puede que sea por una figura tan importante en la carrera de Nole como Marian Vajda. Desde que le comenzó a entrenar en mayo de 2006, ha conseguido convertir a un alocado crío rebosante de potencial en el campeón firme y creativo que es hoy en día. Y esto incluso después de prescindir de Vajda durante los inicios de 2009 para hacer un infructuoso experimento con Todd Martin. Pero al final acabó haciéndole volver a la senda correcta, e incluso recuperó su saque. A Marian Vajda también: gracias.

"Djokovic es una apisonadora". Toda la razón para Juan José Mateo. Ayer era probablemente el duelo en el que partía como menos favorito de todos. Y con razón: nada menos que una semifinal de más de tres horas frente a Andy Murray, que acabó después de las 11 de la noche del día anterior. Nadie pensaba que Nole pudiera levantar un 5-4 abajo al resto en el set final. Tampoco nadie pensaba que, con molestias ante Murray, pudiese recuperarse físicamente lo suficiente como para plantarle cara a un Nadal que en Roma ha decepcionado mucho más que en Madrid. Pero lo hizo. Vaya que si lo hizo.

CLIVE BRUNSKILL – GETTY IMAGES SPORT

Más al límite que nunca, el factor que llevó a Djokovic a la victoria no fue otro que su enorme confianza, unido a la brecha que ha conseguido abrir en la mentalidad de Nadal con estas tres últimas victorias. Ya cansa decirlo, pero es que este año no ha perdido todavía. Son 37 las victorias consecutivas, que le han valido para adjudicarse 7 torneos (Australia, Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado, Madrid y Roma). Estos números ya empiezan a dar miedo. Que tiemblen Mac y sus 42 triunfos que viene Roland Garros.

El déficit físico de la semifinal obligó a Djokovic a desplegar todo su poderío para imponerse en el primer set y seguir teniendo opciones. Nadal jugó algo mejor que en Madrid, y estuvo varias veces a punto de decantar la balanza a su favor en forma de break. Al menos, hoy sí, esa derecha sí que carburó. Pero una conjunción entre los aciertos y la confianza del serbio y la inédita debilidad mental de Nadal acabaron decidiendo que el primer parcial sería para "el chacal".

En el segundo set Nole salió desbocado. Rompió el servicio de Nadal y todo indicaba que con el 2-0 a su favor la final en Roma sería una reedición de la de Madrid con un resultado quizá más doloroso. Pero, en este momento, comenzó a notarse el cansancio en una final que empezó con dos horas de retraso por la lluvia. Nadal hacía sufrir a Djokovic desde el fondo de la pista y monopolizaba los puntos largos. Recuperó el break inmediatamente y puso las tablas en el segunda set, cuya tendencia parecía que iba a favorecer claramente al español. Nole se vio forzado a acortar los puntos y a jugarse sus opciones a un solo golpe, arriesgando más de lo recomendable y cometiendo varios errores de bulto. Celebraba por aquel entonces cada punto de forma apoteósica, consciente de que estaba sobre la cuerda floja, gesticulando constantemente y haciendo ver sus molestias físicas.

Pero el campeón acabó imponiendo su jerarquía una vez más, contra todo pronóstico. Tras salvar varias opciones de break en varios juegos de servicio en los que estuvo poco acertado con este golpe, se encontraba 4-4 y 40-0 para Nadal al saque. En este momento, llega un fallo clamoroso de Nadal y al balcánico se le enciende la bombilla. Se da cuenta de que la confianza de Nadal es frágil y comienza a apretar para conseguir el  break cuando parecía imposible. Así lo hizo, y tras un duro y largo juego no exento de largos y brillantes peloteos consiguió ponerse 5-4 arriba con saque para cerrar el partido. No le tembló el pulso y puso el broche de oro a una victoria "contrarreloj" muy ajustada, la cuarta consecutiva contra Nadal, algo sin precedentes.

FILIPPO MONTEFORTE – AFP/GI

Pocos esperaban que la temporada de tierra de este año 2011 fuese a ser tan apasionante. El dominio de Nadal nos tenía a todos o bien emponzoñados o bien engatusados, pero siempre algo aburridos. Djokovic, dado el bajón de Federer, la irregularidad de Murray y las lesiones de Del Potro, es la figura que le hace falta al tenis ahora mismo. Lo demuestran los cánticos ("¡Nole, Nole!") en el Campo Centrale durante la final, pese a ser su oponente el número del mundo. Y su actitud efusiva tan criticada no es cínica en absoluto. Nole quiere ser un gran campeón, se lo cree y necesita creérselo. No confundamos la soberbia con las preferencias personales. Djokovic está haciendo grande este deporte.

Por fin llegamos a Roland Garros con toda la carne en el asador. Porque Nadal sigue siendo el favorito en tierra, a nivel del mar y al mejor de cinco sets. Y porque Djokovic ha demostrado que aspira a todo, diga lo que diga su físico. París será una fiesta.

"Baby Djoker"

Atentos a que ya de niño Djokovic gesticulaba en los puntos igual que lo hace ahora.


No tiene desperdicio el vídeo de la televisión serbia sobre el crack.

sábado, 14 de mayo de 2011

Masters 1000 Roma: El arma del leñador

En esta jornada de cuartos de final del Masters 1000 de Roma, tenemos que fijarnos en los dos dominadores del circuito masculino en estos momentos. Más que en sus partidos, en sus trayectorias en este torneo. Ambos, viniendo de menos a más, solventaron con contundencia sus compromisos. Nadal perdió 4 juegos ante Cilic, Djokovic 3 ante Söderling, con rosco incluido. Fueron dos exhibiciones con poco que comentar más allá de lo deprimente que resulta ver al número 5 del mundo perder de la manera que lo hizo.

Con todo, es imposible que este blog se quede sin temas. Y hoy, precisamente para compensar la amargura de la derrota ante Novak Djokovic, merece la pena centrar el punto mira sobre un crack que a menudo es tomado muy a la ligera: Robin Söderling.

DAVID CALLOW – SI/GI

Por ranking, el sueco es el número 5 del mundo, entre Murray y Ferrer. Su posición más alta la alcanzó a finales del año pasado, cuando arrebató a Murray la cuarta plaza y se interpuso en el dominio de los 4 fantásticos, aunque sólo fuera por unas semanas.

En cuanto a su juego, no voy a descubrir América si digo que tiene una derecha espectacular. Pero es que es algo más que eso. Cuando este enorme jugador, de más de 190 cm. y fuerte como un toro, arma ese swing tan amplio, causa auténtico pavor. Plantado, con la posibilidad de hacer su overswing completo, Söderling es el mejor jugador del mundo. Sus ataques son imparables, por mucho que corra el rival para defenderse.

Cabría explicar que ese movimiento de drive tan particular del sueco no es un mero capricho que la escuela sueca viene utilizando desde los tiempos de su ex-entrenador, Magnus Norman. Su recorrido tan amplio y abierto permite generar una potencia aún mayor. La pelota no viaja completamente plana. Adquiere un efecto de topspin que, aunque no tan acusado como el del drive de Nadal, permite que la pelota pase la red con holgura. Fijáos en que, con su derecha, Söderling nunca tira a la red; sus fallos siempre son largos. La dirección se convierte en una cuestión complicada con esta clase de golpes, pero el sueco lo compensa cerrando el codo cuando finaliza el recorrido del golpe. Con ello consigue controlar la fuerza y que sus golpes no se marchen varios metros tras la línea de fondo.

AL BELLO – GETTY IMAGES SPORT

El overswing de Söderling tiene otras ventajas. La principal quizá sea que, unido a una correcta coordinación y a su gran talla, le permite golpear tiros ganadores con bolas muy altas. Se vio perfectamente en su partido contra Nadal en Roland Garros, en el que el español se defendía constantemente con bolas altas, que no hacían el menor daño al sueco. Todo lo contrario: le permitían armar la derecha y soltar el mazo. Apoyado en el mazo de su primer servicio, cuando Söderling caza bolas altas es imparable.

El resto de su juego tampoco tiene parangón. Su primer servicio es uno de los mejores del circuito, y cuando no entra se nota mucho en su juego. Se tira la pelota tan alta para sacar que tiene un servicio muy complicado de leer. Apenas sube a la red, por lo que su volea es su golpe más débil, junto con todo golpe cerca de la red que implique genialidad técnica o simplemente toque. Su revés es también un gran golpe: muy plano, muy potente y bastante seguro, con el que consigue más de un golpe ganador. Tiene uno de los mejores restos, especialmente de revés, gracias a una gran anticipación de los servicios. Su juego de pies no es brillante, pero sí suficiente para su estilo de juego, que en definitiva es lo que cuenta. De todas formas, se acabo notando que su agilidad con los golpes en carrera es muy limitada. Por último, su mentalidad, si bien suele ser fría y estable, a veces le juega malas pasadas. Excepto, claro está, cuando juega en París, donde siempre parece que acaba de recibir una revelación divina.

El sueco es uno de los mejores jugadores del circuito. Vale: quizá no sea el que dé más espectáculo, pero cada uno juega con lo que tiene. Y Söderling tiene mucho con lo que luchar y ganar. Todos aquellos que critican su carácter glacial y su juego ofensivo es porque no lo comprenden bien. Cualquiera que, como yo, haya visto su derecha en vivo, a pie de pista, compartirá esta opinión. Y si no: apártense cuando suelte el mazo.

AL BELLO – GETTY IMAGES SPORT

lunes, 9 de mayo de 2011

Masters 1000 Madrid: Un pequeño desbarajuste

Este año, el Masters 1000 de Madrid ha bajado un escalón más. No digo, ni mucho menos, que haya sido un mal torneo. Es más, me ha parecido uno de los mejores del año, muy por delante del malogrado Masters 1000 de Montecarlo. Me refiero a que, por segunda vez en tres años, ha cambiado su calendario.

El primer cambio tuvo lugar en el año 2008, la última edición disputada en las instalaciones del Madrid Arena. El torneo se disputaba en octubre, semanas después del US Open, y siempre podía considerarse uno de los mejores torneos del año. En 2003, Ferrero ganó al chileno Massu en la final y se puso número 1. En 2005, Nadal ganó una épica final a 5 sets al croata Iván Ljubicic, remontando dos sets en contra. En 2006, Federer hizo una de sus más espectaculares exhibiciones, demostrando una vez más que era el mejor tenista de la historia. En 2007, Nalbandián ganó a Nadal en semis y a Federer en la final con uno de los juegos más perfectos que se recuerdan. Y en 2008, Murray confirmó su escalada al Top 4 haciendo un torneo espectacular, sacando como nunca antes.
 
Fuente: ymadrid.com

Pese al gran nivel del torneo, se decidió que, en 2009, el torneo pasaría a disputarse en mayo, antes de Roland Garros, y en tierra batida. El torneo de Shangai ocupó el lugar del de Madrid y así se abrió la posibilidad, comercialmente jugosa, de una gira asiática –ya existente– después del US Open (Shangai, Pekín, Tokio, Bangkok...). Por su parte, Madrid sustituyó al torneo de Hamburgo, que fue devaluado a la categoría 500, pese a ser siempre el torneo de tierra batida previo a Roland Garros al que los jugadores llegaban más en forma y, además, ser el único que disponía de una pista central con techo. Una pena la desaparición del torneo de Hamburgo, tanto para el tenis alemán –uno de los más exquisitos–, como para el recuerdo de los grandes duelos entre Federer y Nadal en los años 2007 y 2008. 

Fuente: santiagovillahoz.blogspot

Así con todo, el torneo de Madrid pasó a disputarse en mayo, dos semanas antes de Roland Garros. Y en 2009 y 2010, pese a la mala calidad de la tierra madrileña –todo hay que decirlo–, se demostró que sobre tierra batida, gracias a los 600 metros de altura de la ciudad de Madrid, podía verse un tenis distinto. Así lo demostró Federer, ganando la final a Nadal en el año 2009. Pero, en este momento de tranquilidad relativa, los jugadores comenzaron a quejarse. Argumentaban que la altura de Madrid les perjudicaba en la preparación para Roland Garros. Por este motivo, los torneos de Madrid y Roma –este último de unas características más cercanas a las de París–, intercambiaron sus calendarios.


Fuente: ojodigital.com

El cambio de hizo efectivo este 2011 y, con ello, se muestra la poca firmeza de la ATP. Su credibilidad y la de las federaciones se centra más en los intereses comerciales que en los estrictamente tenísticos. Así lo demuestra el balance: el torneo de Hamburgo fue injustamente devaluado, el torneo en la Casa de Campo fue sustituido por otro gran torneo en tierra, con unas mejores instalaciones, que a su vez ve alterado su calendario por no haberse planificado correctamente. 

El resultado: el torneo de Roma ha adquirido una relevancia que no merece en el circuito masculino, el torneo de Shangai, tras el éxito de la Copa Masters (2002, 2005-2008), pasa a ser un Masters 1000 privilegiado y nace una nueva gira asiática que coge a traspiés a los grandes tenistas y aleja al tenis de donde en realidad pertenece: Europa y América del Norte. Hubiera sido mucho mejor una gira latinoamericana que no una asiática. No para el negocio, por descontado.

domingo, 8 de mayo de 2011

Masters 1000 Madrid: El "chacal", invicto una semana más

Hoy ha terminado la racha o, según se mire, la agonía. Por fin Nadal ha perdido un partido en tierra batida. La última vez que esto sucedió, Nadal se retiraba lesionado en Roland Garros 2009 frente a un inspirado Söderling. Hoy, aparentemente sin molestias físicas, Djokovic ha sido capaz de abrir una pequeña brecha en la abrumadora supremacía del maracorí en tierra (NOTICIA ATP).

Djokovic salió a la pista convencido de que Madrid podía ser el lugar ideal donde atacar a Nadal en tierra. Y así fue. Se montó de una forma magistral sobre la pelota, siempre sobre la línea de fondo, agresivo pero prudente. Anuló casi totalmente el juego de Nadal con uno de los reveses más limpios que se recuerdan, estable con el saque y sólido con la derecha. Cuando hubo de defenderse, lo hizo. Y de qué manera. Su gran flexibilidad le facilita unos golpes tremendamente plásticos, algo que unido a unos magníficos apoyos propicia que el serbio llegue a todas las pelotas en disposición de pegar el tiro.

JULIAN FINNEY – GETTY IMAGES SPORT

Con un panorama tan complicado, Nadal no fue el de las grandes ocasiones, como tampoco lo fue ante Federer en las semis aunque el resultado fue opuesto. Algo que, por otra parte, tampoco se le puede ni se le debe exigir en todas las ocasiones. Lo único que pudo hacer fueron algunas grandes jugadas al límite: passings espectaculares e incluso un willy de globo que superó a Djokovic en la red. 

Pero no se debe hacer sangre de esta derrota ni alarmarse en exceso. Nadal sigue siendo el número 1 y el mejor jugador en tierra en estos momentos. Su derecha no carburó sólo gracias al extraordinario acierto de Nole con su estrategia agresiva. No podemos exigir a este chico que gane absolutamente todo lo que juega. Hoy perdió contra el jugador más en forma del año en unas circunstancias poco propicias para su juego –cada día se demuestra más la importancia de la altura en Madrid–.

Pero no pasa nada. Esta derrota de Nadal es buena para el mundo del tenis, puesto que añade pimienta a la lucha por el número 1 y presenta a Nole como posible aspirante al título en París. Sólo queda reconocer el gran torneo de Nadal, finalista en todas las ediciones disputadas en la Caja Mágica y alabar el extraordinaro momento de forma por el que atraviesa Djokovic que, invicto en este 2011 –vencedor en Australia, Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado y Madrid–, este año sí que aspira al número 1. Todo se decidirá después de Wimbledon. Hasta entonces: alea iacta est.

JULIAN FINNEY – GETTY IMAGES SPORT

jueves, 5 de mayo de 2011

Masters 1000 Madrid: "Die German Delicatessen"


Ir a ver un torneo de tenis es siempre un placer. Pero en Madrid tenemos la suerte de que el interés no se concentra solo en la pista central. Si te gusta el tenis de verdad, tienes la oportunidad de disfrutar del tenis en estado puro en las pistas adyacentes, a escasos metros de los jugadores, en silencio y sin masas. Será el olor de la tierra. O quizá estar rodeado de gente que entiende el tenis como algo más que un deporte y que comenta aspectos interesantes del partido o de la actualidad tenística con cualquiera. Lo que es seguro es que en estas pistas he pasado los mejores momentos este año.

Puedes encontrarte partidos de dobles espectaculares, que cuentan con el atractivo de algunos jugadores de lo alto del ranking de la ATP o de la WTA. Sí: dobles. Esos que parece que ya no existen al margen de la Copa Davis. Ya no se pueden ver de otra manera. Es quizá la mejor manera de, sin pasar por la central, disfrutar de Murray, Granollers, Schiavone, Stosur, Tsonga, Gasquet, Mónaco…

Aparte de los dobles, en las pistas pequeñas también se pueden ver partidos individuales espectaculares, con los habituales del circuito. Ayer, además de a los 3 fantásticos en la central, se pudo ver una auténtica delicia de partido: Bellucci-Mayer. El tenista alemán es todo aquello que se le puede pedir a un jugador. Su variedad de golpes, todos técnicamente maravillosos, le hacen ser un jugador especial. Uno de los más talentosos del circuito, sin lugar a dudas. Sólo así se explica que, gracias a su extrema calidad técnica, se mantenga ante tantos prodigios físicos.

AFP – GETTY IMAGES

Ayer, Florian Mayer ganó el primer set a un jugador de élite como el brasileño Thomaz Bellucci dando una auténtica cátedra de tenis. Sólo las molestias físicas que le llevaron a retirarse del partido permitieron al brasileño, gran tenista pero poco creativo, llegar al tie-break y luego pasar a octavos de final.

Mayer forma parte de un grupo de tenistas excepcionales, en el que también está, por ejemplo, Jurgen Melzer, un tenista de un perfil muy parecido. Ambos son unos maestros de los cambios de ritmo, e incluso tienen golpes muy similares como esas dejadas con el slice de revés a dos manos. ¡Pero si se parecen hasta en la nacionalidad! Son los delicatessen alemanes, Die German Delicatessen.

El resultado del partido de ayer fue lo de menos. Quizá por el hecho de que, al menos durante un set, se pudo ver un tenis distinto al que se suele ver en circuito. Mayer es un jugador diferente, cuyo talento no puede faltar en el tenis, por el bien de los aficionados. Así lo apreciaba el público entendido en la pista 5. Larga vida a los delicatessen.