Hoy, domingo, ha comenzado Roland Garros, el Grand Slam de la tierra batida. Al margen del esperado duelo final –y definitivo– entre Rafael Nadal y Novak Djokovic por el número 1, la jornada ha comenzado discretamente, sin unas grandes estrellas que ya conocen a sus rivales. Nadal debutará ante Isner, un auténtico caramelito sobre la tierra batida parisina. Federer, por el lado de Nole, lo hará ante un Feliciano que ya en Madrid le hizo sufrir mucho más de lo esperado. Y Djokovic se enfrentará al holandés Thiemo de Bakker, desaparecido esta temporada.
Mientras, ajenos a los favoritos, hoy han debutado David Ferrer y Jo-Wilfried Tsonga, ambos con victorias abultadas, ante Jarkko Nieminen y Jan Hajek respectivamente. Tampoco les ha ido nada mal al resto de los españoles, y todos han solventado sus compromisos de primera ronda: María José Martínez, Guillermo García López, Rubén Ramírez Hidalgo, Pere Riba y Albert Montañés.
Cabe destacar la victoria de Tsonga, y no precisamente por la calidad del partido. Ha resultado evidente, con el entusiasta público de la Philippe Chatrier, que los franceses no han perdido la ilusión por tener un campeón en su torneo por primera vez desde Yannick Noah en el 83. El apasionado público francés, casi llenando la enorme central, no cesó de animar a su compatriota. Se mantuvo un ambiente festivo tan característico de esa pista como sus interminables olas.
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CLIVE BRUNSKILL – GETTY IMAGES |
Y bien, cierto es que sus jugadores lo tienen más que difícil, pese a tener cuatro representantes en el Top 20 (Simon, Tsonga, Gasquet y Monfils). Pero es que ya los Grand Slams no son torneos dados a las sorpesas como antaño lo fueran. El tenis francés está huérfano de un gran campeón. Y, francamente, es una pena que no acabe de llegar. Desde luego, jugadores variados y con calidad no les faltan. Desde el muro desde el fondo de la pista que es Gilles "pollito" Simon, hasta esa maravilla tenística que es el revés a una mano de Richard Gasquet. Y también la espectacular potencia de "Alí" Tsonga. O la estrambótica flexibilidad de Monfils.
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MARK KOLBE – GETTY IMAGES SPORT |
Y estos cuatro tenistas solo son los mejor clasificados. La escuela francesa produce a los jugadores más completos del circuito y es un verdadero placer tener una cantera que dé a luz a tenistas de tanta calidad. No hay más que ver al "mosquetero" Llodra, el único sacovoleador al más puro estilo clásico que se mantiene en el circuito.
Seguramente, muy seguramente, de hecho, ningún francés ganará Roland Garros este año. La tremenda presión a la que se los somete con la llegada de Roland Garros desde luego no ayuda a la causa. Pero a ellos que les quiten lo bailao. Tienen motivos de sobra para estar orgullosos de sus jugadores: talentosos, completos, variados, incluso carismáticos.
Allons enfants de la patrie...
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