La jornada de octavos de final de ayer en Miami nos dejó varios resultados para comentar de mano de los tres grandes dominadores del circuito a estas alturas de la temporada: Federer, Nadal y Djokovic.
Djokovic se impuso con la autoridad que últimamente le caracteriza a su compatriota Viktor Troicki. A Troicki al menos le queda el consuelo de no haber recibido ningún set en blanco por parte de su compañero en el potente equipo de Copa Davis serbio. Su próximo oponente será el sudafricano Kevin Anderson. En un principio, la diferencia de ranking –el 2º frente al 40º– hace pensar que el partido será un paseo de Djokovic. Pero por mi parte tengo la esperanza de que Djokovic se encuentre un hueso duro de roer que le ofrecerá batalla tal y como sucedió recientemente con Nadal en el Masters 1000 de Canadá del año pasado. Con su juego ofensivo basado en saque, Anderson intentará que su rival no coja ritmo con punto cortos y un juego vertical. Quién sabe, quizá el sudafricano sea capaz de darle un disgusto a Djokovic como el que le dio en este mismo torneo hace tres años en la segunda ronda. Nunca se sabe, pero al menos puede decir que el Frente a Frente le favorece.
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Por otro lado, Federer y Nadal solventaron con comodidad sus compromisos ante Rochus y Dolgopolov, respectivamente. Más allá de comentar el devenir de los partido, hay una cosa que nos llama la atención: la diferencia de altura. Podrá parecer anecdótico, pero no hay ningún jugador por debajo de los 180 centímetros entre los mejores. Salvo por la excepción de nuestro David Ferrer "Ferru" (175 cm.) e incluso Albert Montañés (175 cm. también), todos los jugadores Top son altos y con un físico poderoso. Nadal es el paradigma de la fuerza y Del Potro lo es de la altura. Con sus 168 cm. se puede afirmar con seguridad que Olivier Rochus es el jugador más bajito del circuito profesional. Dolgopolov no deja de ser excepcional no tanto por su altura –180cm.– como por su físico.
Más allá de lo circunstanciales que puedan parecer estos datos resultan muy reveladores para determinar la moda del tenis actual en cuanto a físico. El prototipo de jugador ha cambiado considerablemente desde los inicios del circuito ATP. No queda apenas huella de los Santanas o los Bertoluccis, jugadores que basaban su juego en la técnica y la estrategia por encima del físico. Salvando las diferencias, la planta y la técnica de Federer nos pueden hacer recordar esos lejanos momentos del tenis: el aroma de los mosqueteros. Ahora tenemos torres esculplidas por incontables horas de gimnasio. Mirad a Verdasco, por ejemplo: ¡se habla que puede levantar 350 kilos en sentadilla! Aunque el mejor ejemplo de tenista actual, tanto por parámetros como por juego, es Andy Murray, que ha conseguido una agilidad increíble con sus más de 190 cm. de estatura.
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David Callow - SI/Getty Images |
Y es que parece que en la actualidad David ya no vence a Goliath. Pero el calendario es cada día más exigente y el nivel competitivo mayor, así que todo sea por el progreso del deporte sano.